De Julio Fumero, Corresponsal de Prensa Latina en México. E-Mail: serviex@prensa-latina.cu
México (PL).- Por falta de evidencias, durante décadas se pensó que 'los grupos nómadas precerámicos no llegaron al norte de la península mexicana de Yucatán'.
Sin embargo, en las cavernas sumergidas de Tulum fueron recuperados desde 2002 tres esqueletos humanos; investigadora Carmen Rojas, arqueóloga del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México. Los cuerpos corresponden a finales del Pleistoceno.
Los esqueletos proceden de las cuevas inundadas de Las Palmas, El Templo y Naharon, y fueron hallados prácticamente completos, dos identificados como femeninos y uno masculino. Dichas osamentas son premayas, porque no presentan la morfología característica de esta civilización, particularmente en cuanto a la forma de cráneo alargado.
Los sitios de los hallazgos forman parte de uno de los sistemas de cuevas inundadas y ríos subterráneos más largos del mundo, de hasta 150 kilómetros.
Según la investigadora, en el pasado esa región estaba seca y las cavernas fueron usadas como refugio y espacios de depósito funerario, ello lo sugieren los restos humanos encontrados, en tanto, residuos de carbón de madera hablan de hogueras producidas por el hombre. La inundación de estos espacios fue producto de los cambios climáticos que se dieron en el último deshielo de los polos glaciales, al final del Pleistoceno (10.000 años antes del presente) que coinciden con el hundimiento de la Atlántida a causa de la ruptura de los grandes lagos y la apertura del río San Lorenzo.
En la cueva de Naharon, a 368 metros de su entrada y una profundidad de 22,6 m., recuperaron el esqueleto parcialmente completa de un individuo del sexo femenino, de una estatura de 1,41 metros y un peso aproximado de 53 kilogramos. Al momento de su muerte pudo haber tenido entre 20 y 30 años de edad; el primer fechamiento por Carbono 14 arrojó una antigüedad de alrededor de 14.500 años.
Las pesquisas forman parte del Proyecto Atlas Arqueológico para el registro, estudio y protección de los cenotes (depósitos de agua manantial, generalmente a alguna profundidad) de la Península de Yucatán. También permitieron el hallazgo de fauna fósil del Pleistoceno al interior de las cuevas inundadas, tales como ejemplares de caballo americano, camélido, armadillo gigante, proboscidio, gonfoterio, gliptodonte y murciélago.
El área geográfica en la cual se efectúan estas investigaciones abarca los municipios de Homún, Opichén, Abalá, Tinúm y Valladolid, en el estado de Yucatán, así como de Lázaro Cárdenas, Tulum, Cozumel y Solidaridad, en Quintana Roo, donde se detectaron importantes concentraciones de cenotes.
"Tan sólo en el municipio de Solidaridad existen más de 600 kilómetros de ríos subterráneos, 129 cuevas sumergidas y 529 cenotes registrados", destacó la especialista.
Agregó que estos depósitos acuíferos fueron usados en la época antigua como sitios sagrados y graneros mortuorios.
No hay comentarios:
Publicar un comentario