lunes, 25 de enero de 2010

Akanis: ciudad oculta

Ningún hombre extranjero conoce la parte de la selva que habitan, donde esta tribu se desenvuelve como lo hicieron sus padres, mantienen las mismas edificaciones majestuosas de piedra, palacios y templos, grandes patios y torres elevadas con altas terrazas de escaleras que marcan el sitio.

Este pueblo aún esculpe en piedra sus misteriosos jeroglíficos.

Se dice también que Akanis se encuentra en el Estado de Jalisco, en alguna zona de la gran cadena de la Sierra Madre, a unos 121 kilómetros al Este de Cabo Corrientes. Esta región nunca es visitada.
un lugar no contradice al otro. es sabido que las ciudades subterráneas tienen diversas entradas.
En Jalisco afirman que esas antiguas ruinas fueron en otro tiempo el hogar de un pueblo que era muy civilizado y que durante un gran diluvio tuvieron que huir por las cavernas abiertas aún desde antes en las laderas de la Sierra Madre. Suelen decir que a ciertas horas del crepúsculo de la tarde o del amanecer, desde ellas escapa el sonido de un extraño y vibrante tamborileo, que se escucha desde lejos, y afirman que es música que emana de los espíritus de quienes viven en el reino subterráneo. La música que se oye sale de las "cámaras de un gran sitio habitado bajo la tierra de Jalisco, en donde es venerado el Gobernante del Universo".
http://www.thangle.com/portfolio

Extrañamente las versiones esotéricas dicen que en las profundidades mora el Rey del Mundo o Brahmatma, asistido por el Mahatma y el Mahanga los que, espectivamente, predicen los acontecimientos mundiales y dirigen la marcha de tales acontecimientos.

3 comentarios:

  1. Akanis, es uno de los hermosos misterios del continente americano. Es posible que me regales fuentes o contactos acerca de las menciones que indican en Jalisco acerca de Akanis??, gracias!!

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  2. Podras encontrar mas información en el libro Las Crónicas de Akakor de karl Brugger, que lo disfrutes.

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  3. Me parece muy enriquecedor todo el relato de Akakor; seguiré investigando en el libro de Karl Brugger gracias

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